Originalmente, el terreno ocupado por la casa era estrecho y comprimido, con un amplio patio lateral al final, formando una “L”. La casa ocupa completamente el área linear del terreno. A partir de una serie de vigas transversales cada 1 metro y 20 centímetros apoyadas sobre los muros laterales, que crean un ambiente único, sin obstáculos, se distribuyen libremente los ambientes de la residencia, diseñada por el renombrado arquitecto brasilero Ruy Ohtake el año 1970.
El acceso principal se da al lado del acceso de los vehículos, a través de un corredor ligeramente elevado en relación al nivel del garage. Ambos son completamente abiertos a la calle; no existen portones que delimiten la fachada. Sin embargo, éstos son protegidos por la misma losa y su sistema de vigas transversales de hormigón a la vista.
Las puertas de acceso al interior de la casa están empotradas en relación al límite del terreno. En el lado del garage se encuentra una puerta de tamaño regular que conduce al área de servicio. Pero el corredor principal llega a una larga puerta de vidrio y paneles de colores elementales que conducen al vestíbulo de recepción, antes de llegar al estar y comedor.
El ambiente de las salas comunes se caracteriza por los muros de hormigón a la vista pintados de azul, amarillo, rojo o blanco, que delimitan la despensa y la cocina, y, al lado opuesto, los dormitorios; los estantes y mobiliarios fijos se encuentran en hormigón a la vista natural; la mesa curva al centro del estar, que en una de sus extremidades recibe un nicho rebajado para la chimenea, cuya campana es un volumen cúbico que desciende a partir de la losa, abarcando a la chimenea, pero distanciada de ella.
Enseguida a las salas, se encuentra un recorrido desde el vestíbulo, que conduce al estudio del artista seguido del dormitorio principal, en la extremidad del terreno. Éstos están separados del estar y comedor por un volumen de dormitorios y por un desnivel descendiente.
Estos dormitorios son el único volumen de la residencia que se despliega de los muros perimetrales, sueltos en medio de las salas, creando una separación con el taller. Alberga dos dormitorios mínimos, explícitamente concebidos para el justo acto de dormir, intercalados por un baño en común, también utilizados socialmente.
A partir del estar, la casa se abre hacia un amplio patio a través de una continua escuadría de metal y vidrio, que se extiende hacia el taller y el dormitorio principal. En ese exterior privado, es donde el arquitecto se esforzó por crear lo que podría ser la fachada principal de la vivienda. Creando un porche, un espacio sombreado para la piscina, una viga curva atraviesa los dos muros límites del patio. De ella sobresalen dos gárgolas de hormigón, direccionando las aguas lluvia a dos pozos circulares protegidos por piedrecillas. La fachada es, así, retirada del contacto con la calle para ser introvertida en el patio privado.
En 1985 y 1997, respectivamente, la vivienda sufrió dos ampliaciones, incorporando al final los dos terrenos vecinos, convirtiéndose en un terreno rectangular y expandiendo la casa a un área de 736 metros cuadrados. De los diseños incorporados en las ampliaciones, resalta la claraboya del nuevo taller, una estructura de tubos metálicos protegida por un vidrio. Las obras de arte de Tomie Ohtake sueltas y dispersas en toda la residencia, desde su proyecto original, parecen que finalmente se integran indisolublemente a la arquitectura.
Arquitecto: Ruy Ohtake Ubicación: São Paulo, Brasil Año Proyecto: 1970 Área Proyecto Original: 445,34 m2 Fotografías: Nelson Kon
